jueves, 14 de agosto de 2008

Hay algo que no nos están diciendo...

Tras repasar algunos matutinos en esta semana, llegué a esa conclusión: parece que nos estamos perdiendo de algo. Los que me conocen, saben de mi interés por la Economía. La actualización constante y el intento por desenredar esta realidad que nos engloba son parte de mis objetivos como aprendiz y profesional.
No soy de los que creen que la economía argentina esté yendo por buen camino, aun omitiendo el triste episodio con el sector agrario. Desde hace varios meses, a mi entender, y a veces más intuitiva que empíricamente (esto puede no hablar bien de mí como analista), veo potenciales crisis que si no nacieron, están en la sala de partos.
Lo cierto es que me canso de escuchar hablar de la robustez de los números de la economía nacional como si eso fuera el mejor indicador y jactarnos de “lo bien que nos va”. Ahora todos opinamos de la distribución de la riqueza (“sacarle dinero a los que más tienen y dárselo a los que tienen poco”), de las retenciones al campo (que tampoco sabemos muy bien qué son, para unos derechos de exportación, para otros impuestos fiscales), del IPC y el índice de costo de vida que próximamente puede ser hasta negativo, de cómo se agrandan los superávits gemelos y de la nueva independencia económica cuasi perfecta (ya no está ese malvado FMI y vamos a negociar con el Club de París pero bajo nuestras condiciones).
Quisiera detenerme para hacer algunas salvedades.
En primer lugar, tengo mi propia forma de ver el proceso de distribución de la riqueza (no es nada innovadora ni nueva, ni altamente intelectual, nada de eso…): creo que la riqueza de un país se distribuye en buena forma brindando posibilidades a todos sus habitantes de encontrar un empleo, insertarse en la economía formal, obtener beneficios sociales (obra social, jubilación, derechos laborales, etc.) y sentirse útil y parte de la sociedad. Para ello hay diferentes instrumentos a los que podemos adherir o refutar. Sin embargo, considero también, que la riqueza de un país se distribuye haciendo más autónomos sus municipios, sus departamentos, sus provincias y regiones, distribuyendo poder, propiciando un federalismo que no tenemos y que estamos lejos de conseguir. Por otra parte, no hemos fracasado en el intento de mejorar la redistribución, sino que es un proceso que debe ser analizado más profundamente y con más calidad técnica para no caer en trampas y falacias de proyectos inexistentes. Además, estoy asustado de cómo se habla desde el estado nacional sobre el IPC, los precios relativos, la competitividad: escuchar a la presidente me hizo mal y no solo por saber que los intereses por el financiamiento del tren bala sí van a estar incluidos en el presupuesto y van a achicar más el superávit secundario.
Segundo: no escucho a nadie quejarse (ni la décima parte de lo que lo hacían en su momento) de la colocación de deuda a tasas del 15% cuando otrora se la colocara al 8% (volvamos 10 años atrás y encontramos casos). Menem fue malo, pero esto ¿es menos malo? No escucho críticas sobre el aislamiento de Argentina y no oigo agradecerle a “Dios” por el crecimiento chino e indio y la suba de precios internacionales de los commodities. Me da la sensación que estamos orgullosos de nuestro nuevo camino y de la transformación de aquel país “prendido fuego” sin tener noción de lo que ocurrió, de quiénes fueron los actores y de reconocer decisiones positivas que pueden no haber sido de los más benévolos seres humanos. No me gusta la hipocresía con la que se habla, aborrezco la falta de rigurosidad académica y esta tendencia que implica tener que pensar todo el tiempo en nosotros como culpables y totalmente individualistas en contra de la redistribución de la riqueza.
Hablando de datos y números, en los principales indicadores sociales, nos encontramos como en 1998. Refiriéndonos a la deuda externa, no sólo nos encontramos escasos de financiamiento y a tasas muy altas por poco dinero (16% a los U$D 1.000 millones prestados por venezolanos, recordando que el FMI prestaba al 8%). Me da la sensación de isla, a la que nadie esta muy interesado en llegar…
En fin, está fuera de mi alcance confeccionar un informe exhaustivo de la economía argentina, tampoco es el objetivo. Por un lado carezco de datos e información y por el otro, en base a trabajos realizados, sólo me animo a hacer algún análisis parcial. Pienso que ni todo está tan mal y ni tan bien pero siento temor al devenir, porque no me parece muy positivo. Creo que este modelo no es sostenible a largo plazo y tengo mis dudas si lo es a mediano. Lo único que me gustaría dejar en claro es que debemos ser más críticos cuando nos dicen que está pasando, sea a través de los medios de comunicación o de las mismas fuentes oficiales y que si bien la Economía puede ser una ciencia abstracta tiene cosas cotidianas y concretas tales como los precios, miseria, pobreza y precariedad.
Sres. lectores y amigos, me gustaría comenzar a compartir opiniones e intercambiar ideas para mejorarnos y mejorar este nuestro país. En pocas palabras, que nos enteremos o tratemos de deducir “eso que no nos están diciendo”.
Cordiales Saludos
M.

8 comentarios:

joaquín c. dijo...

dos cosas: dónde está la soga o cuándo sale el 551 para ezeiza?

EDUKANDOS dijo...

hay tantas cosas que no se nos dicen... esas verdades absolutas que nunca vamos a llegar a saber...

me acuerdo que cuando era chica y algo no me cerraba decía: "Cuando me muera le voy a preguntar a Dios cómo era esto en verdad"

hoy ni siquiera sé si Dios existe...

Excelente posteo, saludos

C.

Paz Tyche dijo...

hola, muy bueno el análisis y la invitación. la economía nunca es sin la política, las voces críticas a veces debemos callarnos para no hacerle el juego a los que son peores que los menos peores, es una cinchada estratégica. Por otro lado, no sé cómo llevar a la práctica una distribución de la riqueza más equitativa observando el contexto mundial, a uds. se les ocurre? hay negociados, presiones, mafias, hay política.

Buena la peli que inspira el nombre del blog y genial encontrarlxs. Saludos.

Chara dijo...

edukandos: como van? si, la distribución, esa es la cuestion. Nadie parece atravérsele al asunto, nadie distribuye, salvo la injusticia y el escepticismo y las ganas de no hacer nada.

saludos

Juan

EDUKANDOS dijo...

Realmente no veo imposible una mejora en el proceso de redistribución, creo que sino no estudiaría esto. Es viabile hacerlo, falta el compromiso a mi entender. Hoy existen países muy equitativos y otros en donde los colores son blanco y negro. En Chile está apareciendo una clase media que nunca existió, tal vez sea débil, pero celebro su nacimiento...en fin, posibilidades hay, por mi parte, seguiré estudiando para tratar de modificar la realidad desde mi lugar. Conozco gente comprometida y sin banderas, pero insisto, aunque la tendencia sea una es reversible...Por otra parte, acepto la globalización y sus efectos, pero en esto se debe hacer un mea culpa argentino, responsabilizar únicamente al mundo, al menos para mí, sería no admitir nuestros errores y si no lo hacemos...au revoir...
M.

un detractor del perverso dijo...

Voy a tratar de no caer en el nihilismo que me aqueja últimamente. Corrijamos nihilismo, digamos mejor esceptisimo.

Al sistema capitalista (no me imaginen con banderas rojas detrás, sólo por haber usado esa palabrita) no se lo puede analizar en pequeñas estructuras, y de acuerdo a cada estado. Creo yo, que respetando su característica esencial, se debe hacer una análisis totalizador. Si sobra, falta en algún lado, si suecia es un país limpio ambientalmente es porque botnia está en uruguay, si en zona norte sólo se preocupan por poner alarmas y paredones más altos es porque en el resto del conurbano los chicos nacen con hambre y paco.

Ahora si, y sólo por capricho. La balanza siempre se imclina más hacia un lado. La clase media en Argentina apareció con perón (no estoy haciendo la V) y se lo criticó justamente por eso, porque unos patas sucias ensuciaron la fuente, por haber tomado la casa.
En chile las cosas se están polarizando por otro lado, habría que preguntarselo a los miles de estudiantes que se enfrentan habitualmente con la policía. Como dice paz tiche, los grupos de poder van más alla de una resolución, pero si doña rosa sale a golpear su cacerola sólo porque está en contra de un maquillaje, que nos queda?

Me fui de tema, debe ser que siempre me lleve mal con la formulita para calcular el ipc, pero elasticidad era divertido!

Unknown dijo...

Excelente blog.
Por cuestiones de tiempo me veo obligado a omitir un comentario sobre el posteo, sin embargo aprovecho el espacio para, conmemorando su muerte, reivindicar la vida del General más grande. Hagamos que la vida valga la pena, pues San Martín ha dedicado la suya a liberar la nuestra.

Carlos Luis

Josephine dijo...

Buenas, tengo que coincidir en muchos de los puntos resaltados en el posteo, y permítaseme dejar mi pequeña opinión.
Creo que gran parte de todo lo que se menciona es consecuencia directa de la falta de educación que padece la sociedad. No se puede cambiar el rumbo de un país con 15 personas que quieran llevar a cabo lo más viable o lo mejor para cambiar el vertiginoso camino que estamos transitando. Y el hecho de que nadie vea ni opine, ni haga nada al respecto sobre la realidad que hoy vivimos, se basa en que no se conoce lo que la administración hace (no sólo el actual, sino cualquiera que ha pasado) toda vez que tampoco se tienen las herramientas para poder analizar la situación. De este modo, políticamente con noticias confusas y episodios que muchas veces concluyen en desatinos lamentables, se quiere dar la sensación de que se está trabajando en el problema mientras este va saliendo poco a poco de la agenda de lo urgente para quedar en el olvido, y sin resolver.
Hay que revivir escuelas y mejorar la calidad de la educación no sólo en lo académico sino en lo humano, para tener a gente crítica y con ganas de involucrarse en el destino de sus propias vidas, aunque esto suene a utopía.

Bueno, eso no es todo, pero si lo que tengo para decir por hoy, así que me despido dejándoles unas buenas felicitaciones por el blog.

Buena suerte y hasta luego.