viernes, 8 de agosto de 2008

Porqués de un mayo francés y un julio argentino.

¿Por qué escribir en agosto sobre fechas calendarias ya pasadas? Y ¿por qué hacer referencia a Francia y también a nuestro país? Parafraseando a Felipe Pigna ¿es mejor un mayo francés que un julio argentino?.

Una frase conocida dice “La historia jamás parece historia mientras la estamos viviendo”. Parece obvia, ¿no?. Sin embargo es disparadora de un par de cuestiones que me interesa subrayar. La historia es presente que se hace pasado y que sirve para analizar el presente y el futuro. Aunque no puede predecir como las ciencias exactas. Es obvio que las posibles variables no pueden estar aisladas. La sociedad es dinámica y está formada por individuos impredecibles. En la historia no hay buenos y malos. Son individuos que toman buenas o malas decisiones de acuerdo al tiempo al que pertenecen. Por ejemplo, Hitler podía ser bueno con su perro y su secretaria, al mismo tiempo que era la cabeza de un régimen que encaró la matanza sistemática de judíos en la IIGM. El error está en ver desde el presente, con categorías nuestras o valores nuestros al pasado y desligarlo de su momento particular.

Este año se cumplieron 40 años del mayo del 68’, de la protesta obrero – estudiantil que paró a Francia, que el mundo siguió a través de los medios (y ahora a través del marketing) y vale preguntarse qué tiene de relevante ese hecho para nosotros o qué nos ha quedado de ese acontecimiento. Ismael Serrano nos dice “queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint- Denis, que lejos queda Jean Paul Sastre, muy lejos aquel París”. Su visión es pesimista, está lejos y no ha cambiado nada. Yo creo que si han cambiado las cosas. Hoy la sociedad está más abierta a las distintas voces y opiniones.

Por otro lado, la segunda parte de estos porqués tiene que ver con el julio argentino (muy frío por cierto). Julio Argentino es Roca, Presidente argentino en dos períodos (1880-1886/1898-1904) y quién impulsara la mal denominada “Conquista del Desierto” (en visión sarmientina). La polémica se suscita por el hecho de que se han alzado voces que quieren extraer su rostro de los billetes. Paradojas por cierto que se encuentre en el de más valor, ¿no es cierto?. Algunas voces quieren allí colocar a la Capitana del Ejército del Norte, Juana Azurduy. Esto no es un alegato de defensa a Roca, quizá se merezca un billete de menos valor. Sin embargo, la historia la hacen hombres y mujeres que realizan acciones. Roca fue quien consolidó el territorio nacional, merced de la campaña militar contra los pueblos nativos. Su rol ha sido importante para la historia argentina, al punto que sus contemporáneos lo eligen en dos oportunidades para la presidencia (obvio que en una democracia restringida, sin sufragio universal). Por otro lado, el genocidio tiene que ver con el exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad (esto según el Diccionario de la Real Academia Española). Algunos podrán decir que la campaña del desierto fue un genocidio y tendrán razón, otros podrán argumentar que no podemos aplicar una categoría más propia del siglo XX para algo acontecido en el siglo anterior. Por otro lado la definición es demasiado laxa como para poder utilizarla de la mejor manera, exterminio de un grupo social también es una guerra, llegado el caso. No se trata de próceres, de hombres y mujeres tampoco, no es una cuestión de género. Obvio que existen mujeres que hicieron grande la historia argentina. Pero tampoco neguemos la historia. Roca fue un hombre de su tiempo, como Mitre, Sarmiento, Alberdi. Todos ellos con sus cosas buenas y malas, pero hombres al fin.

Si es una cuestión de billetes yo pongo mis fichas en Castelli, Brown, Alberdi, Moreno, Paso, y tantos otros.

Cordiales saludos

B

3 comentarios:

joaquín c. dijo...

cuidado, lo único que se me ocurre al leer esto
sobre todo, como muy bien lo señalás, en caer en el anacronismo deliberado borgeano para el caso
pero también las citas,
por otro lado, bien escrito

parezco un maestro sarmientino, pero la verdad es que lo amo al tal

saludos cordiales para ud. buen comienzo

un detractor del perverso dijo...

Mmm... hoy más que antes unir las palabras genocidio y guerra me parece peligroso (se de todas formas que lo hacen con cuidado). Por otro lado, no es por acudir al tan cuestionado "que tal si..." pigniano, pero "consolidar el estado argentino...", me hace ruido. Me suena a frase empaquetada, incluso a una serie de prácticas muy de manual. No es que quiera defender las opiniones new age, muy por el contrario. Yo, todavía, me pregunto cuanto nos pagan por izar la bandera. Osea, consolidación del estado argentino, si, pero consolidación de un estado y no de otro.
En fin, decisiones tomadas en un momento determinado.

EDUKANDOS dijo...

Me parecen 100% válidas tus opiniones, es cierto lo que argüis con razón que se consolida un estado, en manos de unos pocos, que habría que preguntarse como se modifico o no a lo largo del tiempo. Pero también es cierto que todos formamos parte de este Estado (nos guste o no) desde el momento en que nacemos y nos inscriben y nos dan un DNI.
Por otro lado no fue nuestra intención unir guerra con genocidio sólo mostrar que la definición es demasiado laxa, la guerra también implica exterminio. Sin duda son cuestiones polémicas y me alegro que haya suscitado en vos escribir un comentario.
cordiales saludos
B